Cuando nos planteamos realizar algún curso gratuito, lo primero que tenemos que decidir es el formato de este: si es presencial o si es un curso online. Cada uno de ellos presenta ventajas y desventajas que tendremos que analizar con cuidado.
Y es que no es lo mismo conciliar una vida de madre soltera con dos hijos y media jornada, con la de un trabajador de hostelería que trabaja unas 16 horas a diario o la de un estudiante que todavía permanece en el domicilio de sus padres.
O simplemente, encontrar el curso que encaja perfectamente con nuestras necesidades y con lo que buscan la mayoría de las empresas pero que se encuentre en otra ciudad. Por ello hemos pensado en que, aparte de las condiciones personales de cada uno, es importante saber las diferencias y las ventajas que nos aporta cada modalidad.
La principal diferencia entre ambas es que con la formación online la barrera de tiempo y espacio desaparece: podemos aprender tanto de camino al trabajo, en un descanso, en nuestra casa como hacer un curso espaciado o de un fin de semana intenso.
Gracias a la tecnología, las distancias desaparecen, lo único que cambia es el contacto físico y la sensación de cercanía que tenemos al tener a un profesor delante y a nuestros compañeros rodeándonos.
Pero podemos observar, por ejemplo, que cuando medimos los resultados de ambos métodos no se encuentran diferencias significativas, ya que con los cursos online gratuitos podemos desarrollar aún más nuestra capacidad de autoaprendizaje.
Otra diferencia que encontraremos es que la formación online evoluciona mucho más rápido que la presencial. Solamente hay que fijarse en lo que ha pasado con la crisis de los últimos mese: la educación presencial se ha quedado totalmente estancada mientras que la online ha evolucionado un 200%.
Los modelos interactivos y la aplicación de la tecnología, hacen que los cursos online sean mucho más personalizados para el alumno y por tanto aumenta el impacto que tienen en él.
Ventajas de la formación online
Gracias a que eliminamos la barrera espacio-tiempo de la educación, podremos aprender mucho más rápido y con menos esfuerzo y por lo tanto volvernos mucho más productivos.
Estaremos constantemente actualizados y podremos jugar con nuestros horarios para terminar el curso en un determinado plazo de tiempo.
Tenemos el contenido accesible las 24 horas del día para refrescar nuestros conocimientos, repasar o ir adelantando temario. Aprenderemos de los mejores profesionales y podremos interactuar con los compañeros de nuestro curso.
Dará igual si no vemos a nuestros profesores ya que la comunicación es constante, por lo tanto ni notaremos que en realidad estamos aprendiendo por nuestra cuenta.
Además dispones de más tiempo (ya que no hay que desplazarse) y puedes aprovechar cualquier momento para avanzar y poder así conciliar el resto de la vida diaria.
Ventajas de los cursos presenciales
Estos cursos normalmente tiene una duración de más horas y suelen ser más extendidos en el tiempo.
En los cursos presenciales disponemos de todo el material necesario para aprender, experimentar e innovar. Además podremos contar con la presencia en todo momento de profesores que te resolverán al instante cualquier duda que te pueda surgir.
Y sobre todo, la gran ventaja que presentan estos cursos gratuitos es la implicación en el aprendizaje, para personas a las que les cuesta concentrarse en un entorno que no sea un aula, que les sea imposible estudiar en sus domicilios. Estar en un aula con otros alumnos interesados en aprender les motivará mucho más y hará que memoricen mucho mejor el temario.
